Los pintores surrealistas, en su búsqueda por trascender los límites de la razón y la moral, dieron vida a un movimiento artístico radical que redefinió la forma en que percibimos el arte y la realidad.
Emergiendo de las raíces literarias y filosóficas establecidas por Apollinaire y amplificadas por André Breton, el surrealismo floreció con una expresión vibrante en la pintura, especialmente evidente desde la exposición de 1925 en la Galería Pierre.
Así, los pintores surrealistas no solo dejaron una marca indeleble en el arte del siglo XX, sino que también continuaron inspirando a artistas hasta la actualidad.
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¿Qué es el surrealismo?
El surrealismo (del francés surréalisme) es uno de los movimientos artísticos que se desarrollaron con las vanguardias del siglo XX. Consiste en un movimiento cultural que surge en Europa tras la Primera Guerra Mundial, su objetivo es buscar por medio de los sueños y lo irracional lo real. Por ello, las obras surrealistas tienen un toque de fantasía, de incoherencia, de inesperado y está muy influenciado por las emociones del artista.
Asimismo, el surrealismo se inspira en el dadaísmo, para darles a las obras un nivel de inusual, imprimiéndoles a las obras una actitud rebelde, espontánea e incoherente.
En palabras de André Breton, el surrealismo es el automatismo puro de la psique, para intentar expresar, como funciona el pensamiento sin el control de la razón, la estética o la moral.
Orígenes e historia del surrealismo.
El surrealismo emerge en 1916, cuando André Breton, su precursor, líder y creador del manifiesto, comienza a explorar las teorías de Sigmund Freud y Alfred Jarry. A partir de estas teorías psicoanalíticas, junto con las ideas dadaístas, da vida a las concepciones surrealistas que culminan en dos manifiestos que moldean el movimiento artístico del surrealismo.
En 1917, Guillaume Apollinaire acuñó el término surrealista. A partir de ese momento, este término se convirtió en la denominación y referencia para las ideas de la época, siendo habitualmente utilizado por André Breton y sus colaboradores en la revista Literatura. Inicialmente, el surrealismo se manifestó principalmente en el ámbito literario, siguiendo la estela del Futurismo.
Luego, en 1924, André Breton publicó por primera vez el “Manifiesto surrealista”, definiendo las bases e ideas de este movimiento artístico.
Entre 1925 y 1930, el surrealismo se expande y, al mismo tiempo, se politiza cuando André Bretón se une al movimiento comunista en 1925.
En 1929, Bretón público su “Segundo Manifiesto Surrealista”, donde condena a varios artistas por tener ideas contrarias a la su línea política, lo que genero que se dividirá el grupo y se expulsaran figuras como Salvador Dalí y Paul Éluard.
El apogeo del movimiento fue 1938, con la Exposición Internacional del Surrealismo, que se realizó en París, antes de la Segunda Guerra Mundial, reuniendo muchas figuras importantes. Sin embargo, el estallido de la guerra provoco que se separara el grupo y comienza el declive de este movimiento.
Características principales del surrealismo.
- Utiliza imágenes ilógicas e irreverentes, buscan desafiar la razón, superponiendo imágenes extraños resultados de la combinación de objetos diversos, desde cosas de uso cotidiano, criaturas fantásticas, animales, partes de cuerpos humanos y paisajes tan incoherentes como los sueños.
- Poseen una gran cantidad de detalles a pesar de desafiar la realidad y la razón, las formas y las imágenes son perfectamente reconocibles, con bastante detalle y definición técnica. Esto ocasiona que el contraste entre lo real y las obras surrealistas sea más evidente.
- Utilizan variedad de técnicas artísticas para lograr su fin, desde la pintura, fotografía, ensamblaje, frottage, cinematografía, collage y el uso de juegos de palabras.
- Busca la superrealidad, para convertir los sueños y las contradicciones, en la verdadera y absoluta realidad.
Manifiesto surrealista
Se escribieron tres manifiestos surrealistas. El primero y el segundo fueron escritos por André Breton, mientras que el tercero fue escrito por Robert Desnos.
Los manifiestos surrealistas fueron fundamentales para establecer los principios y objetivos del movimiento surrealista en el arte y la literatura. Cada uno de ellos refleja la evolución y las ideas cambiantes dentro del grupo surrealista durante diferentes períodos de tiempo. El tercero, redactado por Robert Desnos, proporcionó una perspectiva única y complementaria a los primeros dos manifiestos escritos por André Breton.
Primer manifiesto surrealista de 1924
El Primer Manifiesto se centra en la crítica al arte, especialmente a la literatura, por su falta de originalidad. Destacando los siguientes aspectos:
- La revolución que propone el surrealismo es inicialmente artística, no social o política.
- El surrealismo se define como «automatismo psíquico puro» que busca expresar el funcionamiento real del pensamiento sin restricciones racionales, estéticas o morales.
- La escritura automática, la imaginación y las imágenes son elementos centrales del movimiento.
- El surrealismo se inspira en la obra de Guillaume Apollinaire y Gérard de Nerval, y en las ideas de Sigmund Freud.
- Busca explorar el subconsciente y los sueños para superar la literatura tradicional y sus lugares comunes.
- El manifiesto fue firmado por artistas seguidores del psicoanálisis, como Aragon, Éluard y Miró.
- Miró fue expulsado del movimiento posteriormente por no suscribir el giro hacia el marxismo.
- El manuscrito original del manifiesto fue rescatado por el Ministerio de Cultura de Francia en 2017 y declarado «tesoro nacional».
Segundo manifiesto surrealista 1929
Este manifiesto surge cuando Breton se involucra en la política, publicando textos de denuncia y cartas de protesta contra la guerra. Aspectos destacados alrededor de este manifiesto:
- Breton critica a los surrealistas que no apoyan la revolución marxista y la causa del comunismo. Además, argumenta que el surrealismo tiene implicaciones políticas que lo obligan a comprometerse con la revolución social.
- El manifiesto explica las razones de la expulsión de varios miembros del movimiento, lo que genero controversia y división dentro del surrealismo.
- Provocó varias réplicas, incluyendo el «Tercer Manifiesto del Surrealismo» de Robert Desnos.
- El grupo se dividio en dos grupos: uno alineado con el PCF y otro con Breton y el trotskismo.
Tercer manifiesto surrealista de Robert Desnos
Robert Desnos fue el creador del tercer manifiesto al no estar desacuerdo con las ideas de Bretón. Posteriormente, fue capturado por los fascistas en 1944, llevado a los campos de exterminio: Auschwitz, Buchenwald, Flossenburg, Flöha y, finalmente, Terezin. Allí, en 1945, a pocos días de la liberación del campo por las tropas soviéticas, muere, víctima del tifus y el maltrato, dejando en su bolsillo su último poema a su amada Youki Foujita.
Tanto soñé contigo,
caminé tanto, hablé tanto,
tanto amé tu sombra,
que ya nada me queda de ti.
Sólo me queda ser la sombra entre las sombras
ser cien veces más sombra que la sombra
ser la sombra que retornará y retornará siempre
en tu vida llena de sol.
Puedes descargar el manifiesto surrealista en PDF en este enlace.
Pintores surrealistas más destacados del mundo
El surrealismo, movimiento artístico que desafío las convenciones artísticas tradicionales, abrió un portal hacia mundos imaginarios sin límites. Entre sus filas se encontraron artistas de diversos orígenes y estilos, cada uno aportando su propia visión única a este torbellino creativo.
A continuación un breve recorrido por algunos de los pintores surrealistas más destacados, no pretende ser una lista exhaustiva, sino más bien una invitación a adentrarse en este fascinante movimiento artístico. Cada uno de estos artistas posee una historia y un estilo únicos que vale la pena descubrir.
Pintores surrealistas contemporáneos
Artistas contemporáneos en todo el mundo continúan explorando los principios surrealistas, utilizando técnicas como el collage, el automatismo y el sueño para crear obras que desafían la percepción y abren nuevas perspectivas sobre la realidad.
El surrealismo también ha encontrado un hogar en el mundo de la moda, la música, el cine y la literatura. Diseñadores como Rei Kawakubo y Alessandro Michele han incorporado elementos surrealistas en sus creaciones, mientras que músicos como Björk y David Bowie han utilizado imágenes y conceptos surrealistas en su música.
En el cine, directores como David Lynch y Pedro Almodóvar han creado películas que exploran el mundo de los sueños y el subconsciente, mientras que autores como Salman Rushdie y Gabriel García Márquez han utilizado el realismo mágico, una técnica narrativa con raíces en el surrealismo, para contar historias cautivadoras.
Más allá del arte y la cultura, el surrealismo también ha tenido un impacto en la psicología, la filosofía y la crítica social.

Jacek Yerka: Visiones oníricas de un maestro polaco
Jacek Yerka, nacido en Toruń, Polonia, en 1952, proviene de una familia de artistas. Aunque consideró inicialmente carreras como astronomía o medicina, optó por estudiar Bellas Artes y Diseño Gráfico en la Academia de Bellas Artes de la Universidad Nicolás Copérnico en Toruń, donde se especializó en grabado. Durante sus estudios, desafió la influencia de sus profesores, quienes preferían estilos menos detallados, y se adhirió a la minuciosa técnica flamenca clásica que caracteriza su obra.
Desde 1980, Yerka se desempeña como artista a tiempo completo y ha exhibido sus obras en Polonia, Alemania, Mónaco, Francia y Estados Unidos. Citando a Hieronymus Bosch, Pieter Bruegel, El Greco, Jan van Eyck y Hugo van der Goes como influencias fundamentales, su temática abarca bestias extrañas, paisajes caprichosos con arquitectura única e imágenes de su infancia, como la cocina de su abuela.
En su proceso creativo, Yerka avanza desde bocetos a lápiz hasta dibujos a crayón, luego utiliza pasteles y finalmente pinta con acrílicos. Durante este proceso, consulta la opinión de su esposa y cuatro hijas para desarrollar sus obras.
Aunque no se proporcionan detalles específicos sobre sus pinturas surrealistas, se sabe que ha trabajado en comisiones y participó en la fase inicial de producción de una película de ciencia ficción basada en la canción de los Beatles «Strawberry Fields».

Rob Gonsalves: Paisajes surrealistas que desafían la realidad
Rob Gonsalves nació en Toronto, Canadá, en 1959. Desde su adolescencia, desarrolló una pasión por el arte inspirado por las portadas de álbumes de rock progresivo, lo que lo llevó a interesarse por el surrealismo y el realismo mágico, especialmente en la arquitectura victoriana y el entorno urbano.
Después de estudiar Arquitectura en la Universidad Técnica de Ryerson, donde adquirió una sólida comprensión de la perspectiva, Gonsalves asistió brevemente a la Facultad de Arte y Diseño de Ontario. Inicialmente, trabajó como arquitecto, pero su éxito en la Exposición de Arte al Aire Libre de Toronto en 1990 lo impulsó a dedicarse por completo a la pintura.
El estilo distintivo de Gonsalves se caracteriza por el realismo mágico, fusionando elementos realistas con toques surrealistas para crear atmósferas oníricas que desafían la percepción tradicional de la realidad. Expuso en galerías de renombre como Art Expo New York y Los Ángeles, y colaboró con editoriales como Simon & Schuster para publicar libros ilustrados con sus obras.
En 2005, Gonsalves fue galardonado con el Premio del Gobernador General por su libro «Imagine A Day», que refleja su capacidad para transportar al espectador a mundos fantásticos y despertar la imaginación con sus pinturas.
Rob Gonsalves falleció en 2017, dejando un legado artístico invaluable. Su viuda, Lise Carruthers, se encarga de preservar y promover su obra mediante exposiciones que destacan la singularidad y el impacto duradero de su arte.

Istvan Sandorfi: Hiperrealismo surrealista que explora el inconsciente
István Sándorfi nació en Budapest, Hungría, en 1948. Su familia se exilió en 1956 durante la Revolución Húngara y se estableció en Francia, donde residió hasta su fallecimiento en 2007.
Recibió formación artística en la Escuela Superior de Bellas Artes y en la Escuela de Artes Decorativas de París. Aunque se consideraba autodidacta, su educación formal en estas instituciones influyó en su desarrollo artístico.
Aunque se le suele etiquetar como hiperrealista, István Sándorfi rechazaba esta clasificación. Sus obras se caracterizan por un detallado realismo, pero también por la presencia de elementos surrealistas y oníricos que reflejan su estilo único.
Sándorfi solía utilizar a sí mismo y a sus hijas como modelos en sus obras, explorando temas recurrentes como el cuerpo humano, la fragilidad de la vida, la soledad y el aislamiento.
Gozó de reconocimiento internacional y sus obras fueron exhibidas en galerías de todo el mundo. En 2006, se celebró su primera exposición en Hungría, 50 años después de su exilio, destacando su impacto duradero en el mundo del arte.
Pioneros del Surrealismo Francés
El Surrealismo, nacido en Francia en la década de 1920, fue un movimiento cultural y artístico que buscaba superar la realidad impulsando lo irracional y onírico. Influenciado por el dadaísmo y la Primera Guerra Mundial, el surrealismo surgió como una reacción contra el racionalismo y el positivismo que dominaban la época.
André Breton, poeta y escritor francés, se convirtió en el principal teórico y líder del movimiento. En su «Manifiesto del Surrealismo» (1924), Breton definió al surrealismo como «un movimiento de pensamiento que tiende a liberar la mente humana de sus ataduras racionales y a permitirle expresarse plenamente mediante la revelación del subconsciente».
Los artistas surrealistas exploraron diversas técnicas para acceder al subconsciente y plasmarlo en sus obras.

André Breton (1896-1966): El padre del surrealismo
André Breton nació en Tinchebray, Francia, en 1896. Inicialmente, estudió medicina, pero su pasión por el arte y la literatura lo llevó a abandonar sus estudios. Además, durante la Primera Guerra Mundial, trabajó en hospitales psiquiátricos, donde se familiarizó con el psicoanálisis y la escritura automática, influyendo en su enfoque artístico.
En 1924, publicó el «Manifiesto del surrealismo», estableciendo las bases del movimiento surrealista que buscaba liberar al inconsciente y explorar la creatividad sin restricciones. Breton se convirtió en el líder y principal teórico del surrealismo, promoviendo la experimentación artística y literaria.
Aunque inicialmente se unió al Partido Comunista en 1927, Breton abandonó esta afiliación en 1935 debido a sus discrepancias con el realismo socialista, destacando su compromiso con la independencia artística.
A lo largo de su vida, Breton escribió novelas, poemas, ensayos y manifiestos surrealistas, incluyendo obras destacadas como «Nadja», «El amor loco» y «Los vasos comunicantes».
Colaboró estrechamente con artistas como Salvador Dalí, Max Ernst y René Magritte, promoviendo la unión entre la literatura y el arte dentro del movimiento surrealista.

Yves Tanguy (1900-1955): Paisajes oníricos y misteriosos
Yves Tanguy nació en París, Francia, en 1900, hijo de un capitán de marina retirado y una madre de origen bretón. Pasó parte de su juventud en Locronan, Finisterre. En 1918, se embarcó en un mercante y luego se unió al ejército, pero su descubrimiento del arte lo llevó a decidir convertirse en pintor tras quedar fascinado por una obra de Giorgio de Chirico en 1922.
Poco después, alrededor de 1924, se unió al círculo surrealista de André Breton, desarrollando rápidamente su propio estilo caracterizado por paisajes oníricos y abstractos.
Tanguy celebró su primera exposición individual en París en 1927 y firmó un contrato con Breton para pintar 12 cuadros al año. Durante los años treinta, llevó una vida bohemia y su matrimonio fracasó. En 1938, conoció a Kay Sage, con quien se casó en 1940 y se mudó a Estados Unidos, donde eventualmente se convirtió en ciudadano en 1948. Residió en Woodbury, Connecticut, hasta su fallecimiento en 1955.
Su obra se considera surrealista abstracta y se destaca por paisajes vastos y desolados con una paleta de colores limitada. Sus pinturas incluyen formas abstractas que evocan fragmentos de vidrio o amebas gigantes, explorando temas como el sueño, la memoria y el inconsciente en sus composiciones artísticas.

André Masson (1896-1987): Experimentación y automatismo
André Masson nació en Balagny-sur-Thérain, Francia, en 1896, y recibió su formación artística en la Real Academia de Bellas Artes de Bruselas y la Escuela de Bellas Artes de París. Durante sus estudios, se interesó en la obra de artistas como Rodin, Sade, Ensor y Nietzsche. Sus primeros trabajos estuvieron dentro del cubismo, donde experimentó con técnicas de collage utilizando materiales innovadores como arena y goma arábiga, explorando temáticas como el erotismo, la naturaleza y la figura humana.
En 1924, Masson se unió al movimiento surrealista liderado por André Breton, sumergiéndose en el automatismo surrealista para crear obras oníricas y subconscientes. Colaboró con artistas como Giacometti y expuso en galerías reconocidas. Sin embargo, en 1929, se distanció del surrealismo debido a diferencias políticas y se unió al grupo asociado a la revista «Documentos» de Bataille. Durante este período, su obra se caracterizó por representar figuras monstruosas influenciadas por Picasso y Dalí.
Huyendo de la ocupación nazi en 1940, Masson se estableció en Martinica y luego en Nueva York, donde su obra se inspiró en la mitología indígena y el mundo natural, influyendo notablemente en el desarrollo del expresionismo abstracto.
Regresó a Francia en 1945 y, en la década de 1950, centró su arte en el paisaje. Recibió importantes premios y reconocimientos, como el Gran Premio de Pintura en la Bienal de Venecia en 1954. Su legado fue celebrado con retrospectivas en prestigiosos museos de Europa y Estados Unidos. André Masson falleció en París en 1987, dejando una huella significativa en la historia del arte surrealista y abstracto.
Pintores surrealistas españoles: Un legado de fantasía y simbolismo
El Surrealismo español, aunque breve en duración (1920-1936), tuvo un impacto significativo en el arte y la cultura del país. A diferencia del surrealismo francés centrado en el erotismo y lo onírico, el surrealismo español exploró temas más oscuros como la violencia, la locura y la crítica social.
Entre las figuras clave del Surrealismo español se destacan:
- Luis Buñuel: Cineasta y artista conocido por colaborar con Salvador Dalí en la película «Un perro andaluz» (1929), una obra maestra del cine surrealista.
- Salvador Dalí: Pintor, escultor y escritor reconocido como uno de los artistas surrealistas más famosos del mundo. Sus obras como «La persistencia de la memoria» (1931) son conocidas por sus imágenes oníricas y perturbadoras.
- Federico García Lorca: Poeta y dramaturgo que exploró temas surrealistas en obras como «Poeta en Nueva York» (1930) y «Yerma» (1934).
- José Luis Cano: Poeta, crítico literario y editor que desempeñó un papel importante en la difusión del Surrealismo en España.
Los temas recurrentes en el Surrealismo español incluyeron la violencia, la locura y la crítica social. La guerra civil española (1936-1939) influyó profundamente en el movimiento, llevando a muchos artistas a explorar el impacto de la guerra y el trauma en su obra. Además, el interés por la locura y el subconsciente fue evidente en muchas obras surrealistas españolas, junto con la crítica a la sociedad y la política de la época. Aunque breve, el Surrealismo español dejó una marca perdurable en el arte y la cultura del país.

Salvador Dalí (1904-1989): Genio con sueños perturbadores
Salvador Dalí fue un destacado pintor surrealista español conocido por su estilo distintivo, su imaginación extravagante y su habilidad técnica excepcional. Nacido en Figueres, Cataluña, Dalí mostró un talento artístico desde una edad temprana y estudió en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, donde pronto se destacó como un artista innovador.
La obra de Dalí está marcada por su enfoque surrealista, un movimiento artístico que buscaba explorar el subconsciente, los sueños y lo irracional. Su arte se caracteriza por imágenes oníricas, simbolismo enigmático, yuxtaposiciones inesperadas y una precisión técnica impresionante. Dalí desarrolló un estilo muy reconocible que incorporaba elementos surrealistas como relojes derretidos, paisajes fantásticos y figuras distorsionadas.
Una de las obras más famosas de Dalí es «La persistencia de la memoria» (1931), que presenta relojes blandos diseminados en un paisaje desolado, evocando la naturaleza fluida del tiempo y los sueños. Esta pintura se ha convertido en un ícono del arte surrealista y del propio Dalí.
Además de la pintura, Dalí incursionó en otras formas de arte, como la escultura, la fotografía, el cine y el diseño teatral. También fue conocido por su personalidad excéntrica y su habilidad para llamar la atención a través de actuaciones públicas peculiares.
Dalí pasó parte de su vida en Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial y regresó a España después del conflicto. Durante su carrera, colaboró con otros artistas y escritores surrealistas prominentes, como André Breton y Luis Buñuel.
A lo largo de su vida, Dalí mantuvo una relación compleja con el movimiento surrealista y con su propio legado artístico. Su influencia perdura hasta hoy en día, y su obra continúa siendo objeto de estudio y admiración en el mundo del arte contemporáneo.
Obras:
- La persistencia de la memoria (1931)
- El gran masturbador (1929)
- El sueño de Venus (1939)
- La metamorfosis de Narciso (1937)
- Leda Atómica (1949)

Joan Miró (1893-1983): Universo lúdico
Joan Miró i Ferrà (1893-1983) fue un destacado artista español, reconocido por su trabajo como pintor, escultor, grabador y ceramista. Nació en Barcelona y falleció en Palma de Mallorca. Su obra refleja un profundo interés en el subconsciente y lo «infantil», así como en las tradiciones culturales de Cataluña. Miró experimentó con diversas corrientes artísticas, desde el fauvismo y el cubismo hasta el surrealismo, al que se unió más tarde en París.
Miró es conocido por su estilo abstracto y distintivo, caracterizado por formas estilizadas e imaginativas. Inicialmente exploró la figuración con influencias cubistas y expresionistas, evolucionando hacia una pintura más plana y naïf, como se evidencia en su obra «La Masía» (1920). Con el tiempo, su trabajo se volvió más fantasioso y onírico, alineándose con los principios del surrealismo y destacando por su ruptura con los métodos convencionales de pintura.
El legado de Miró es significativo en el mundo del arte contemporáneo. En 1975, fundó la Fundación Joan Miró en Barcelona, un centro cultural dedicado a promover nuevas tendencias artísticas. Además, otras instituciones como la Fundación Pilar i Joan Miró en Palma de Mallorca, el Museo Reina Sofía y el Centro Pompidou albergan importantes colecciones de su obra. Miró dejó una huella duradera en el arte del siglo XX, continuando inspirando generaciones posteriores de artistas.

Maruja Mallo (1902-1985): Pionera del surrealismo español
Maruja Mallo fue una destacada pintora surrealista española, parte de la generación del 27 y la vanguardia interior española. Nacida como Ana María Gómez González en Vivero, Lugo, Mallo comenzó su formación artística en Avilés y luego en Madrid, ingresando en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando junto a su hermano Cristino. Durante los años 20, Mallo entabló relaciones con figuras prominentes de la Generación del 27 como García Lorca y Salvador Dalí, y mantuvo una relación amorosa con Federico García Lorca.
En 1928, Ortega y Gasset organizó su primera exposición en la Revista de Occidente, presentando paisajes y escenas de principios de siglo que fueron aclamados en Madrid. Durante los años treinta, Mallo colaboró con Rafael Alberti en proyectos artísticos, incluyendo decorados teatrales. En 1932, recibió una pensión para estudiar en París, donde se adentró en el surrealismo y conoció a figuras como André Breton y René Magritte, marcando una nueva etapa en su obra.
Durante la Guerra Civil Española, Mallo se exilió primero en Portugal y luego en Buenos Aires, donde comenzó su exilio tras la destrucción de su obra cerámica en la guerra. En Argentina, Mallo colaboró en la revista Sur de Victoria Ocampo, viajó entre Uruguay y Buenos Aires, y participó en exposiciones internacionales en París, Brasil y Nueva York. Su obra evolucionó hacia series como «Arquitectura humana», «Canto de las espigas» y «Mensaje del mar», explorando armonías lunares y solares.
En 1962, después de veinticinco años de exilio, Maruja Mallo regresó a España y retomó su presencia en la escena cultural madrileña, participando en exposiciones y tertulias. En 1979, se realizó una exposición antológica de su obra, mostrando cuadros de su serie final «Los moradores del vacío». Mallo falleció el 6 de febrero de 1995 en Madrid, a la edad de noventa y tres años, dejando un legado significativo en el arte español del siglo XX.
Pintor surrealista belga: El enigma y la dualidad en el arte
El surrealismo en Bélgica floreció durante las décadas de 1920 y 1930, como parte de un movimiento artístico más amplio que buscaba desafiar las convenciones establecidas y explorar lo irracional y el subconsciente.
A diferencia del surrealismo francés, que se caracterizaba por un fuerte énfasis en el erotismo y lo onírico, el surrealismo belga tendía a ser más introspectivo y reflexivo, abordando temas como la alienación, la fragmentación de la identidad y la crítica social.
Artistas belgas clave del surrealismo:
- René Magritte (1898-1967): Pintor famoso por sus obras que juegan con la percepción y la realidad, como «La traición de las imágenes» y «Los amantes».
- Paul Delvaux (1897-1994): Pintor conocido por sus imágenes oníricas y melancólicas que a menudo presentan figuras femeninas en paisajes desolados.
- Louis Scutenaire (1902-1987): Poeta y escritor que colaboró con Magritte en varios proyectos, incluyendo la revista «La Révolution surréaliste».
- Marcel Mariën (1920-1993): Poeta, ensayista y cineasta que exploró temas como la locura y la violencia en su obra.
- André Delvaux (1926-2001): Cineasta conocido por sus películas surrealistas y poéticas, como «Hiéroglyphes du désir» y «Belle de nuit».

René Magritte (1898-1967): Maestro del enigma y la dualidad
René Magritte fue un destacado pintor surrealista belga conocido por desafiar la percepción de la realidad con imágenes ingeniosas y conceptuales. Nacido en Lessines, Bélgica, Magritte comenzó a dibujar en 1910 y estudió pintura en la Academia de Bellas Artes de Bruselas, exponiendo por primera vez en 1920. Su estilo inicial fue influenciado por el Cubismo, Orfismo, Futurismo y Purismo, pero a partir de 1926 desarrolló un estilo propio basado en Giorgio de Chirico.
Magritte se trasladó a París en 1927 y se unió al grupo surrealista, aportando al movimiento un enfoque ilusionista y conceptual. En obras como «La perfidia de las imágenes» (1928-1929) y «El espejo falso» (1928), exploró las relaciones ambiguas entre palabras, imágenes y objetos, cuestionando la realidad pictórica con juegos de percepción.
A lo largo de su carrera, Magritte continuó explorando el problema del espacio real versus la ilusión espacial. En los años 30, exhibió su obra en Bruselas y Nueva York, participando en exposiciones de arte fantástico, dadá y surrealismo. Durante los años 40, su estilo adoptó una paleta más impresionista, pero regresó a su enfoque anterior debido a la respuesta crítica desfavorable.
Una obsesión recurrente en la obra de Magritte es el encuentro de contrarios y realidades contrastantes, creando imágenes paradójicas y extrañas. Sus pinturas muestran paisajes nocturnos iluminados por cielos claros, objetos como botas que parecen pies descalzos, y figuras convertidas en roca en los años 50. Magritte falleció en Bruselas en 1967, dejando un legado artístico marcado por la ironía, la subversión óptica y la exploración de los límites de la percepción en el surrealismo.
Pintor surrealista italiano
El surrealismo en Italia, aunque de corta duración (1924-1936), tuvo un impacto significativo en el panorama artístico del país. Influenciado por el movimiento francés, el surrealismo italiano se caracterizó por su exploración del subconsciente, el sueño y la irracionalidad.
Artistas clave:
- Giorgio de Chirico (1888-1977): Pionero del surrealismo italiano, De Chirico es conocido por sus pinturas metafísicas, que representan paisajes oníricos con figuras humanoides y objetos extraños.
- Carlo Carrà (1881-1966): Co-fundador del movimiento metafísico junto a De Chirico, Carrà luego evolucionó hacia un estilo más figurativo y surrealista.
- Alberto Savinio (1891-1952): Hermano de De Chirico, Savinio exploró temas mitológicos y oníricos en sus pinturas y escritos.
- Massimo Campigli (1885-1971): Pintor y escultor, Campigli se caracterizó por sus figuras alargadas y sus paisajes oníricos.

Giorgio de Chirico (1888-1977): El padre de la metafísica
Giorgio de Chirico, nacido en Volos, Grecia, en 1888 de padres italianos, es reconocido como el fundador del movimiento de la pintura metafísica. Estudió arte en Atenas y Florencia antes de trasladarse a Alemania en 1906, donde se sumergió en las obras de filósofos como Nietzsche y Schopenhauer, además de estudiar a Arnold Böcklin y Max Klinger. Regresó a Italia en 1909 y en Florencia comenzó su serie «Plaza metafísica», con obras como «El enigma de una tarde de otoño» y «El enigma del oráculo». Durante su estancia en Turín en 1911, quedó impresionado por la arquitectura, influencia que se reflejó en su trabajo.
Los años entre 1909 y 1914 fueron fundamentales en la carrera de De Chirico, conocidos como su período metafísico, donde creó obras que evocan ambientes sombríos y abrumadores, inicialmente inspirados en paisajes urbanos y luego en cuartos llenos de objetos y maniquíes. Su trabajo fue alabado por Guillaume Apollinaire, quien lo presentó al grupo surrealista posteriormente. Su influencia se extendió a artistas como Max Ernst, Salvador Dalí y René Magritte, considerándose una figura clave en el surrealismo.
Posteriormente, De Chirico abandonó su estilo metafísico y exploró formas más realistas con modesto éxito. Además de su labor como pintor, publicó la novela «Hebdómeros» en 1925, considerada una obra importante del surrealismo literario. Giorgio de Chirico falleció en 1978 a los 90 años, dejando un legado significativo en el arte surrealista y metafísico.
Pintora surrealista mexicana
El Surrealismo llegó a México en la década de 1920, como un torbellino de ideas frescas y desafiantes que buscaban romper con el realismo dominante y explorar las profundidades del subconsciente.
A diferencia del Surrealismo europeo, que se caracterizaba por su erotismo y fascinación por lo onírico, el Surrealismo mexicano se vio profundamente influenciado por la cultura indígena, la historia colonial y la Revolución Mexicana.
Artistas como Frida Kahlo, Remedios Varo y Leonora Carrington abrazaron el Surrealismo como una forma de expresar sus propias experiencias y visiones únicas del mundo.
Las obras de estos artistas surrealistas mexicanos se caracterizan por el uso de simbolismo, imágenes oníricas, yuxtaposiciones inesperadas y una fuerte dosis de crítica social.
Exploraron temas como la identidad, la muerte, el amor, la sexualidad y la política, a menudo con un toque de humor negro y sátira mordaz.

Frida Kahlo (1907-1954): Dolor, pasión y realidad transformada
Frida Kahlo fue una destacada pintora mexicana conocida por su arte autobiográfico y profundamente emotivo. Aunque Frida no se consideraba estrictamente una artista surrealista, su obra está fuertemente influenciada por el surrealismo y se la relaciona con este movimiento artístico debido a su enfoque en lo subjetivo, lo onírico y lo simbólico.
Frida Kahlo experimentó a lo largo de su vida una serie de tragedias y experiencias personales intensas que influyeron en su arte. Su estilo distintivo se caracteriza por una representación sincera y directa de su vida interior, sus emociones y su dolor físico y emocional. Kahlo usaba el arte como una forma de autoexpresión y exploración psicológica, lo cual es un aspecto central del surrealismo.
Algunas características de la obra de Frida Kahlo que reflejan influencias surrealistas incluyen:
- Imaginería onírica: Kahlo incorporaba elementos de sueños y fantasías en sus pinturas. Por ejemplo, en su obra «El sueño» (La cama) (1940), representa un paisaje onírico con una figura femenina en una cama rodeada de objetos simbólicos.
- Simbolismo personal: Frida utilizaba símbolos y metáforas para representar su mundo interior y sus experiencias personales. Por ejemplo, sus autorretratos frecuentemente incluyen elementos como animales, plantas y objetos que tienen significados simbólicos para ella.
- Distorsión y metamorfosis: Al igual que otros artistas surrealistas, Frida Kahlo exploraba la distorsión y la metamorfosis de las formas. En pinturas como «Las dos Fridas» (1939), representa dos versiones de sí misma con corazones entrelazados y venas que conectan las dos figuras, mostrando una idea de dualidad y transformación.
- Realismo mágico: Aunque no exclusivamente surrealista, el realismo mágico es otro movimiento artístico latinoamericano que comparte algunas características con el surrealismo. Frida Kahlo incorporaba elementos de realismo mágico en su obra al fusionar lo fantástico con lo cotidiano y lo real.
La vida personal de Frida Kahlo, marcada por sufrimientos físicos y emocionales, se refleja intensamente en su arte, convirtiéndola en una figura emblemática del arte del siglo XX. Su capacidad para representar lo íntimo y lo universal a través de la pintura ha dejado un legado duradero que continúa resonando en la cultura contemporánea. Aunque no se adhirió formalmente al surrealismo como movimiento, su influencia y conexiones con este estilo artístico son innegables.

Remedios Varo (1908-1963): Alquimia y magia
María de los Remedios Alicia Rodriga Varo y Uranga, conocida como Remedios Varo (1908-1963), fue una destacada pintora surrealista, escritora y artista gráfica española. Nacida en Anglés, Gerona, España, y criada en Madrid desde los 9 años, su obra refleja un universo imaginativo donde se entrelazan elementos científicos, místicos, esotéricos y mágicos.
Asimismo, Remedios Varo fue una de las primeras mujeres en estudiar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid y se estableció en Barcelona en 1932, donde trabajó como diseñadora publicitaria y se unió al grupo surrealista catalán Logicofobista.
Después de viajar a París con Benjamin Péret en 1937 y exiliarse a México en 1941 debido a la Segunda Guerra Mundial, Varo pasó el resto de su vida en México, donde formó parte de un círculo artístico junto a Leonora Carrington, Octavio Paz y otros exiliados.
A lo largo de la década de 1940, Varo desarrolló una amplia gama de habilidades artísticas, desde artesanías y decoración hasta ilustración publicitaria. En 1955, tuvo su primera exposición colectiva en la Ciudad de México y posteriormente ganó reconocimiento en la escena artística mexicana, explorando temas como teoría psicoanalítica y alquimia en sus obras surrealistas.
Aunque nunca adquirió la nacionalidad mexicana, su legado sigue siendo destacado en la historia del arte surrealista en España y América Latina.

Leonora Carrington (1917-2011): Hechicera de los sueños
Leonora Carrington fue una pintora surrealista y escritora inglesa, más tarde nacionalizada mexicana, nacida en Lancashire, Inglaterra, en una mansión llamada Clayton Green. Durante su infancia en Crookhey Hall, un castillo neogótico, desarrolló un interés por lo sobrenatural, influenciada por la mitología celta y sus experiencias con espíritus, lo cual se reflejó en su arte, como en «Green Tea».
En 1936, Carrington ingresó en la academia Ozenfant de arte en Londres, donde recibió una formación intensiva que influiría en su técnica. En París, conoció a Max Ernst, quien la introdujo al movimiento surrealista, interactuando con destacadas figuras como Joan Miró, André Breton, Pablo Picasso y Salvador Dalí. Destacó su aprendizaje en Ozenfant, donde desarrolló una comprensión profunda de los materiales y la precisión en el dibujo.
Durante esta etapa, Carrington creó obras significativas como «Sisters of the Moon», explorando la feminidad y lo misterioso asociado con la luna. Su estilo se caracterizó por fusionar diversas visiones artísticas y símbolos culturales en su arte surrealista. Luego, se estableció en México, donde continuó su carrera artística y literaria hasta su fallecimiento en 2011.
A los 20 años, conoció a Max Ernst en Londres, iniciando una relación que los llevó a vivir juntos en Saint-Martin-d’Ardèche en 1938. Sin embargo, la tranquilidad terminó cuando Ernst fue arrestado durante la ocupación nazi en Francia en 1939. Carrington sufrió una crisis psíquica y huyó a España, enfrentando una experiencia traumática que la llevó a ser internada en un hospital psiquiátrico en Santander.
Escapando en 1941, Carrington llegó a Lisboa y encontró refugio en la embajada mexicana. Emigró a México, donde desarrolló un interés por la escultura en bronce y la alquimia, reflejando temas de la vejez y los cuentos de hadas en su arte.
A lo largo de su vida, Carrington criticó el machismo en el surrealismo, valorando la independencia y los derechos de las mujeres. Ganó el Premio Nacional de Ciencias y Artes en Bellas Artes en 2005, manteniendo una relación esquiva con los medios y los periodistas, prefiriendo la privacidad. Falleció en la Ciudad de México en 2011, siendo enterrada en el Panteón Inglés sin fotógrafos, como deseaba.
Pintor surrealista alemán: El maestro del collage y el sueño
El surrealismo en Alemania se destacó por su enfoque en temas oscuros y perturbadores, como la maquinaria, la guerra y la locura, a diferencia del énfasis en el erotismo y lo onírico que caracterizaba a los surrealistas franceses. Max Ernst (1891-1976) fue uno de los artistas alemanes más influyentes en el surrealismo, conocido por sus obras de collage, fotomontaje y frottage, como «El elefante célebre» y «Jardín de la tierra».
Hans Bellmer (1902-1986) se destacó por sus dibujos y esculturas inquietantes de mujeres-niños, explorando temas de sexualidad, sadomasoquismo y fetichismo. Otto Dix (1891-1969) asociado con el movimiento Neue Sachlichkeit (Nueva Objetividad), fue reconocido por su representación crítica y realista de la sociedad alemana durante la República de Weimar, como en «La Trinchera».
George Grosz (1893-1959), también de la Nueva Objetividad, satirizó la guerra, la violencia y la corrupción en su obra, como en «Espartaco». Aunque no fue considerado un surrealista puro, Paul Klee (1879-1940) incorporó elementos de fantasía y simbolismo en su arte, caracterizado por líneas finas, colores vibrantes y formas biomórficas, como en «Twittering Machine». Estos artistas alemanes hicieron importantes contribuciones al movimiento surrealista con su distintivo enfoque y estilo.

Max Ernst
Max Ernst, nacido en 1891 en Brühl, Alemania, fue un artista alemán nacionalizado francés que desempeñó un papel crucial en los movimientos dadá y surrealista. Durante su formación en la Universidad de Bonn, entró en contacto con el expresionismo a través de su amistad con August Macke. La exposición del Sonderbund de 1912 en Colonia lo introdujo a artistas como Cézanne, Van Gogh y Picasso.
Después de la Primera Guerra Mundial, Ernst se involucró en el movimiento dadá en Suiza y comenzó a trabajar en collages. Se trasladó a París en 1922, donde creó obras surrealistas notables, como «L’eléphant célèbes» (1921). Ernst inventó técnicas artísticas como el frottage y el grattage, explorando nuevas formas de expresión artística.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Ernst fue encarcelado por los alemanes después de la ocupación de Francia, donde desarrolló la técnica de decalcomanía. Emigró a Estados Unidos en 1941 con la ayuda de Peggy Guggenheim y se casó con ella en 1942. Más tarde se casó con Dorothea Tanning en una doble boda con Man Ray y Juliette Browner en 1946.
Max Ernst tuvo una influencia significativa en otros artistas surrealistas y su obra continuó revalorizándose a lo largo de su vida. Su legado se extiende a través de diversas formas artísticas y ha dejado una marca perdurable en el arte del siglo XX.
El Impacto del Surrealismo en el Arte y la Cultura
El surrealismo ha tenido un impacto profundo y duradero en el arte y la cultura desde su surgimiento en la década de 1920. Este movimiento artístico y literario revolucionario, liderado por figuras como André Breton, Salvador Dalí y Max Ernst, buscaba liberar al inconsciente y explorar lo subconsciente a través de imágenes surrealistas, oníricas y fantásticas. El impacto del surrealismo se puede observar en varias áreas:
- Expansión de la Creatividad: El surrealismo abrió nuevas vías para la expresión creativa al desafiar las convenciones artísticas y literarias tradicionales. Los artistas surrealistas experimentaron con técnicas innovadoras como el automatismo psíquico, el collage y la escritura automática.
- Exploración de lo Subconsciente: El surrealismo permitió a los artistas explorar temas relacionados con los sueños, lo irracional y lo emocionalmente cargado. Esto llevó a la representación de escenas bizarras, paisajes oníricos y figuras metamórficas en obras de arte.
- Influencia en el Cine: El surrealismo influyó en el cine, especialmente a través de la colaboración entre cineastas como Luis Buñuel y Salvador Dalí en películas como «Un perro andaluz» (1929). Estas películas desafiaron las narrativas convencionales y presentaron imágenes surrealistas y simbólicas.
- Impacto en la Literatura: En el ámbito literario, el surrealismo inspiró a escritores a explorar lo absurdo y lo ilógico. Los poetas surrealistas utilizaron técnicas como el automatismo para acceder al inconsciente y crear obras llenas de imágenes sorprendentes yuxtapuestas.
- Transformación de la Moda y el Diseño: El surrealismo influyó en la moda y el diseño, dando lugar a prendas y accesorios inspirados en formas orgánicas y surrealistas. Esto se reflejó en las colecciones de diseñadores como Elsa Schiaparelli, conocida por sus colaboraciones con artistas surrealistas.
- Impacto en la Psicología y la Filosofía: El surrealismo también influyó en la psicología y la filosofía al explorar conceptos como el inconsciente colectivo y la liberación de las restricciones sociales y culturales.
En resumen, el surrealismo ha dejado una huella indeleble en el arte y la cultura contemporáneos al desafiar las convenciones, explorar lo subconsciente y fomentar la creatividad sin límites. Su legado sigue siendo evidente en diversas formas de expresión artística y sigue inspirando a artistas y pensadores en la actualidad.
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